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La Familia como Agente de Socialización

Una de las instituciones más antiguas y que además fue creada por Dios, es la familia. La familia es el órgano vital para el buen funcionamiento de la comunidad, es ese mecanismo de desarrollo que posibilita o imposibilita el crecimiento de un pueblo, país o Estado. En la familia se aprenden los valores y se contemplan las normas de convivencia que centran las bases para el desarrollo, avance y mejora de la sociedad.

Hace algunos años la familia se entendía como aquel grupo de personas conformado por padre, madre e hijos, en fin, el concepto de familia nuclear. Con el paso de los años y el avance de la ciencia, podemos ver que no solo se llama familia a las personas que poseen lazos consanguíneos sino a un grupo de personas que protegen, cuidan y velan por nosotros.

Para Sánchez (2018) la socialización es de gran relevancia, como el niño se relaciona y de acuerdo con sus experiencias iníciales, va a destacar el modelo conductual y proceso adaptativo en particular y con sus pares. De sus padres y/o tutores el niño adquiere, modelos emocionales, aptitudes, patrones conductuales, resolución de conflictos, entre otros. De sus hermanos acoge las primeras formas de competir, alcanzar sus metas, a ser generoso, cooperador y el apoyo mutuo. Es por ello por lo que, si la familia posee buena integración, los niños no tendrían inconvenientes adaptándose a su entorno social.

De acuerdo con García (2020) la escuela, sociedad y la cultura también son potenciadores de socialización y educación, pero la familia es el núcleo de desarrollo y formación donde se aprenden habilidades tales como; Hablar, defensión, interactuar, cohesión, respeto y obediencia.


La Familia y Escuela               

            La familia y la escuela poseen factores comunes y determinantes de socialización, cada uno persigue un mismo objetivo general que es velar por el desarrollo socioemocional del niño, pero poseen objetivos específicos que, a pesar de estar interrelacionados, se diferencian entre sí.  El proceso educativo es uno de los objetivos específicos que posee la familia y la escuela.

            Actualmente ambos organismos se encuentran en contraposición por la incorporación de la mujer a la sociedad, quien se encargaba anteriormente de educar y realizar labores domésticas, las largas jornadas de trabajo y las separaciones o divorcios. La escuela y la familia deben siempre estar en constante interacción para la socialización de las posibles dudas, informaciones, recomendaciones, necesidad de apoyo y acompañamiento. Deben estar abiertas al dialogo con el fin de instituir y dar seguimiento a los acuerdos y compromisos que alcancen los objetivos por lo cual se realizan.


Modelos Parentales Familiares      

            Como ya he mencionado, el concepto de familia que conocimos en años anteriores, en la actualidad ha ido evolucionando de acuerdo con las transformaciones que vive la sociedad diariamente. A continuación, modelos actuales de familia:

·         Familia Nuclear o Biparental: También llamada familia tradicional, constituida por los padres o tutores y los hijos.

·         Familia Homoparental: El reconocer este tipo de familia, causa un revuelo en algunos extractos sociales. Este tipo de familia está compuesta por dos personas del mismo sexo (homosexuales) que tienen hijos por adopción, intercambios o vientres de alquiler. 

·         Familia Extensa: A diferencia de la familia nuclear, la familia extensa acoge no solo a los padres e hijos, sino también a otras generaciones como: abuelos, tíos, primos, etc. 

·         Familia Monoparental: Ya sea por el fallecimiento, por migración o por separación de los padres; este tipo de familia es conocida porque solo conviven los hijos y uno de los padres.

·         Familia Funcional o flexible: Es aquella que genera satisfacción a sus miembros, propone límites y normas claras, flexibles y alcanzables.

·         Familia Multicultural o transnacional: Son aquellas uniones familiares donde los padres pertenecen a diferentes etnias, formando la familia en el país que los acoge. Un ejemplo de esta, puede ser una madre africana, padre español viviendo con sus hijos en España. La adopción puede también ser otro ejemplo.

·         Familia Reconstruida: Para Gil (2020) este tipo de familia se ha vuelto muy popular por las elevadas separaciones. Como su nombre lo indica, este modelo de familia se crea a base de la separación o muerte de uno de los cónyuges, también ocupan diferentes disposiciones cuando uno de los cónyuges trae a los hijos de otra relación, cuando ambos poseen hijos de la pasada familia y cuando uno o ambos conyugues tienen de la pasada relación y en común.

·         Familia Adoptiva: Al igual que la familia biológica, este modelo vela por el bienestar físico y emocional de sus miembros. Se constituye cuando la familia biológica abandona al niño o renuncia a sus responsabilidades. Otro ejemplo de este modelo sería por infertilidad de uno o ambos padres.

·         Familia de Acogida: De acuerdo con Schafer (2022) las familias de acogida tienen como propósito la protección de niños abandonados o huérfanos. La diferencia entre familia adoptiva y familia de acogida es que esta última no surge con el propósito de adoptar sino de crear o seguir sosteniendo un entorno familiar.

            A partir de estas denominaciones se van ajustando otros modelos y dando paso a nuevos. Esta variedad familiar solo es la evidencia de la evolución del mundo que rápidamente deja de ser una cosa y convertirse en otra.


Estilos Educativos Parentales en la Crianza

            Partiendo de los distintos modelos parentales y con relación a su función socializadora, se pueden establecer estilos educativos parentales, que ponen de manifiesto algunos indicadores como; afecto, grado de ajuste y la comunicación.

A continuación, se muestran los principales:

·         Estilo Democrático: En este modelo se establecen las normas y límites claros a partir de una buena socialización y seguimiento. En este, la comunicación y afecto son demostrados al igual que la flexibilidad al momento de cubrir las necesidades.

·         Estilo Autoritario: Caracterizado por la imposición de las normas y limites, las exigencias en el cumplimiento excepcional de labores, el poco afecto y la notable falta de comunicación.

·         Estilo Permisivo: Este estilo refleja la falta de normas y limites, la poca supervisión y poca demostración de afecto. En su forma negligente presenta falta de comunicación, escaza demostración de afecto y una notable decadencia en la supervisión y directrices, mientras que en su forma indulgente hacen hasta lo imposible para dar lo requerido por el niño y mantener contento sin ningún esfuerzo. Existe una frase muy conocida en este estilo de crianza que suele venir de hijos educados por padres autoritarios; “A mi hijo le daré todo lo que nunca tuve” criando así a personas sin el sentido en el valor de las cosas y el esfuerzo. 

·         Estilo Hiperprotector: Aquí los padres reemplazan a sus hijos haciéndose cargo de absolutamente todo, impidiendo que se responsabilicen. Este estilo refleja un exagerado afecto que domina al hijo bajo la excusa de evitar riesgos.

·         Estilo Delegante: Los padres o tutores delegan la educación de sus hijos en manos de familiares y amigos, principalmente a sus abuelos y tíos. Este estilo suele confundir de forma a los hijos pues no saben si seguir las órdenes del tutor legal o del padre biológico. 

·         Estilo Sacrificante: Es muy común en nuestra sociedad. En este los padres sacrifican cualquier cosa para lograr satisfacer necesidades en sus hijos, que siquiera se han presentado. También es una forma de control y de reprochar que siempre estuvieron y que al llegar el momento de no poder valerse por sí mismos, los hijos deben estar ahí.

             Los estilos educativos parentales en la crianza, descritos anteriormente, son una forma teórica de acompañarnos prácticamente. Quizás no contemplemos en un solo estilo, nuestra forma de criar, pero lo indiscutible es el beneficio aportado para actuar de forma distinta a lo que podría hacer daño.


La Comunicación como Factor Protector en la Crianza Familiar

            Antes y durante la crianza y propiamente en la familia pueden incidir algunas peculiaridades psicológicas, físicas y sociales que aumentan el riesgo de presentar daños en la salud, lo que se conoce como un factor de riesgo, pero también existen dichas peculiaridades que pueden inhibir el impacto de esos factores de riesgo y potencializar el desarrollo, conocido como factores protectores.

            Los seres humanos somos seres sociales y relacionales, por tanto, la comunicación es fundamental y determinante al grado relacional que establecemos con los demás. La falta de comunicación, así como la forma inadecuada al momento de interactuar verbalmente con los demás puede causar alteraciones al clima armonioso, lo que desarrollaría grandes conflictos familiares y formas negativas de crianza.

            Para lograr una crianza positiva y respetuosa, los padres y/o tutores se deben comunicar claramente, estableciendo siempre los límites de acuerdo con la edad y desarrollo de los hijos, para que puedan ser llevaderos y no se fallen en su ejercicio.

            En conclusión, para conseguir buenos frutos a través de la crianza debemos de educar nuestras aptitudes como padres, principalmente la comunicación; saber escuchar, comprender y realizar feedback o retroalimentaciones cuantas veces sean necesarias. Establecer diálogos moderados, desarrollar la empatía y la comprensión también podría mejorar la comunicación y con ello aportar a la convivencia armoniosa y respetuosa de nuestros hijos con sus pares y agentes de la comunidad educativa.

            Antes de castigar y culpar, castigar y maltratar a nuestros hijos por los conflictos a nivel escolar yo social, evaluemos nuestra calidad educativa al momento de criar. Enfócate, busca ayuda.

Y tú, ¿Ya conoces tu modelo familiar y estilo de crianza?

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